El blog de josecampos

La parte más importante de nuestro ordenador es, sin ningún tipo de duda, el disco duro,  que es donde almacenamos toda la información de nuestro trabajo, programas, juegos u otros datos que nos interesan. 

Existen dos tipos de aspectos que debemos diferenciar a la hora de evaluar nuestro disco duro: la información del Software y el Hardware.En este artículo hablaremos de la parte referente al Hardware, y en otro próximo lo haremos de la que hace referencia al Software. 

A pesar del aspecto del  disco duro, un tanto tosco, pesado y con apariencia de compacto, tenemos que tener en cuenta que es muy delicado, por lo que necesitará una atención por nuestra parte, si no queremos que se rompa. 

Una de las recomendaciones, aunque muy obvia, es la de no mover el ordenador mientras está encendido, ya que, a pesar de que el aparato no se encuentre trabajando en esos momentos, los cabezales del disco duro se encuentran en una posición de pausa, haciendo fricción en el mismo y, al moverse, puede producir lo que se denomina como “aterrizaje de cabezales”. 

Es también muy importante el control que debemos tener en lo que se refiere a la temperatura. Ésta debe estar entre los 45 º y los 50 º, teniendo en cuenta que puede llegar como máximo a 60º. Debemos ser muy cuidadosos en este sentido, ya que si exponemos a nuestro disco duro a unos hábitos prolongados de altas temperaturas, podemos causarle una avería irreparable. 

Existen en el mercado unos complementos llamados “disipadores”, los cuales ayudarán a que nuestro disco duro se refrigere. Hemos de destacar que dichos disipadores no son nada caros. 

Es muy recomendable realizar de vez en cuando una limpieza del disco duro, ya que si permitimos que se llene de polvo, lo que estaremos haciendo es permitir que se cree un aislante alrededor del disco, y por tanto impediremos su correcta refrigeración. 

La fuente de alimentación es otra de las piezas más importantes de nuestro ordenador, ya que es la que evitará que el disco duro se sobrecargue. Ésta no debe ser superior a 12 voltios ni inferior a 5. 

Los fabricantes garantizan una vida a los discos duros que se miden en apagados/encendidos, lo que se denomina ciclos. La mayoría de los disco tienen 50.000 ciclos de actividad, lo que representa una vida aproximada, en condiciones normales, de 25 años.